Es posible que hayas oído que los Plátanos pueden ser «radiactivos», pero ¿hasta qué punto es cierto? ¿Debemos preocuparnos? A estas preguntas responde Sarah Loughran, Directora de la Agencia Australiana de Protección contra la Radiación y Seguridad Nuclear (ARPANSA)
Plátanos radiactivos:
Cuando pensamos en la Radiactividad, inmediatamente nos vienen a la mente escenarios catastróficos, pero en algunos casos deberíamos cambiar nuestra perspectiva, teniendo en cuenta que varias cosas a nuestro alrededor pueden tener una ligera radiactividad incluyendo el plátanos.
Recordando esto en un artículo de La conversación de Sarah Loughran, Director de la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear (ARPANSA) y profesor asociado adjunto de la Universidad de Wollongong.
En primer lugar, el experto explica qué se entiende por radiación:
Es la energía que viaja de un punto a otro, en forma de ondas o partículas. Todos los días estamos expuestos a la radiación procedente de diversas fuentes naturales y artificiales. La radiación cósmica del Sol y del espacio, la radiación de las rocas y del suelo, así como la radiactividad del aire que respiramos y de nuestros alimentos y agua, son todas fuentes naturales de radiación.
¿Son los plátanos realmente radiactivos?
La respuesta es sí, ligeramente, pero eso no significa que tengamos que preocuparnos o dejar de consumirlos. Como explica el Dr. Loughran:
Los plátanos son un ejemplo común de fuente de radiación natural. Contienen altos niveles de potasio y una pequeña cantidad de éste es radiactivo. Pero no hay necesidad de renunciar a su batido de plátano: la cantidad de radiación es extremadamente pequeña y mucho menor que la «radiación de fondo» natural a la que estamos expuestos cada día.
Por lo tanto, no todas las radiaciones son peligrosas, y el riesgo depende del tipo, la intensidad y el tiempo de exposición. Sin embargo, como regla básica, explica el experto, cuanto más alto sea el nivel de energía de la radiación, más probable será que cause daños.
Pensemos en la radiación ultravioleta del sol, que puede ser perjudicial si una persona se expone a niveles de intensidad suficientemente altos, causando efectos adversos para la salud.
Nuestros cuerpos también son radiactivos (pero, de nuevo, sin miedo)
Como todo lo que nos rodea, nosotros también somos un poco radiactivos. Pero esto no es algo que deba preocuparnos. Nuestros cuerpos fueron construidos para manejar pequeñas cantidades de radiación, por lo que no hay peligro por las cantidades a las que estamos expuestos en nuestra vida diaria normal. No esperes que esta radiación te convierta en un superhéroe a corto plazo, porque es definitivamente ciencia ficción.
Como joven medio de comunicación independiente, Gobierno de michoacán necesita tu ayuda. Apóyenos siguiéndonos y marcándonos como favoritos en Google News. Gracias por su apoyo.