La Digestión correcta comienza en la boca antes que en el estómago, descubre si estás masticando correctamente los alimentos cuando comes
Masticar, el método perfecto para la digestión:
La buena salud empieza en la mesa, no sólo lo que comes, sino también cómo comes: Descubre las 5 señales que te indican que necesitas prestar más atención a la forma en que masticas los alimentos.
Digerir bien es crucial para vivir bien todo el día. Comer demasiado rápido puede provocar una sensación de pesadez en el estómago, o incluso no asimilar los nutrientes más importantes de la forma adecuada. Como puedes ver, disfrutar de los alimentos que comes es más importante de lo que podrías haber pensado.
En la digestión puedes sufrir de acidez estomacal :
Si masticas poco, aumentas enormemente las posibilidades de tener acidez de estómago. Esto se debe a que la masticación estimula la producción de ácido clorhídrico, que es esencial para un proceso digestivo suave. Comer demasiado rápido no permite que el cuerpo produzca este ácido, lo que, combinado con una comida mal masticada, se convierte en una receta perfecta para la acidez de estómago.
No asimilar correctamente los nutrientes
Los macronutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente son los carbohidratos, las proteínas y las grasas, que puedes imaginar como los materiales de construcción de todo tu cuerpo. Durante la masticación, comienza el proceso de descomposición de estos macronutrientes en sus versiones más fácilmente asimilables por nuestro organismo, es decir, monosacáridos, aminoácidos y ácidos grasos.
Estos nutrientes «más pequeños» son asimilados por el intestino delgado, donde tiene lugar la mayor parte del proceso de asimilación, pero si no se ha masticado bien la comida, se produce una menor absorción y en consecuencia, un estrés físico y mental.
Puede tener problemas digestivos
Durante el viaje que los alimentos realizan desde la cavidad bucal hasta el intestino delgado, nuestro cuerpo segrega ciertas sustancias que son cruciales para la digestión: el páncreas produce enzimas específicas para la digestión, mientras que la vesícula biliar produce bilis, ambas destinadas a descomponer aún más los alimentos y facilitar su asimilación.
Sin embargo, estas sustancias sólo llegan hasta cierto punto: Si los alimentos no son descompuestos por los dientes, las enzimas y la bilis no logran asegurar una digestión adecuada. Los efectos secundarios más comunes son la indigestión, los gases y el estreñimiento.
Comes más de lo necesario
Si uno de tus objetivos es perder peso o simplemente quieres evitar la sensación de estar reventando, mastica más despacio y con cuidado. Comer demasiado deprisa interfiere en la comunicación dentro de nuestro cuerpo: El cerebro no puede comunicar la sensación de saciedad y por tanto, tendemos a comer vorazmente para saciarnos.
Comer más de lo necesario, además de ganar unos inofensivos kilos, puede dar problemas de indigestión y a la larga provocar problemas mucho más graves como el síndrome metabólico, que provoca
- obesidad
- presión arterial alta
- niveles altos de glucosa
No le sorprenderá saber que, a su vez, éstas pueden causar enfermedades del corazón, diabetes o facilitar ciertos tipos de cáncer.
No aprecias lo que comes
Esto podría parecer un punto menos importante, pero en realidad es el primer paso para invertir la tendencia a comer en exceso. Por otro lado, para algunos la salud puede no ser motivo suficiente para replantearse sus hábitos.
Sin embargo, si se piensa en ello, uno de los rasgos distintivos de ser italiano es saber apreciar la comida, no sólo como algo sabroso y delicioso, sino también como un ritual emocional y social. Cuando se come en familia o con amigos, es importante disfrutar del momento, y apreciar los sabores es el primer paso para encontrar la serenidad y vivir realmente el momento.
Especialmente si alguien ha cocinado para ti, la mejor manera de agradecerlo es disfrutar a fondo de la comida servida… y tal vez lavar los platos.
Algunos trucos para evitar que tengas una digestión :
Durante las horas de trabajo puede ser difícil dedicar tiempo a comer tranquilamente. No obstante, intenta seguir estos pequeños consejos y seguro que te resultará más fácil:
- Para evitar la indigestión y otros problemas, mastica hasta que la comida alcance una consistencia similar a la de los alimentos para bebés. Por lo general, se necesitan entre 20 y 30 masticaciones para conseguirlo, pero no te estreses contando, sólo recuerda que no tienes que esforzarte en tragar y que no deberías necesitar beber agua para conseguir el bocado
- Presta atención a tus hábitos alimenticios, observando cómo ciertas prácticas pueden empujarte a comer demasiado rápido. Por ejemplo, al principio puede evitar ver series de televisión o vídeos en las redes sociales mientras come, y centrarse únicamente en su comida. Mantener una postura recta también puede ayudar a masticar.
- Intenta tomar un tentempié entre comidas, sobre todo si sabes que vas a llegar a casa con hambre. Cuando tenemos muchas ganas de alimentarnos, es mucho más complejo comer con calma y disfrutar de los sabores. Por lo tanto, evite llegar con demasiada hambre a su próxima comida.
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